Este tipo de prensa sabemos
que existe hace buen tiempo y que su apogeo principal fue durante los años 1990
– 2000 por lo que se presta para dar como hipótesis de que se dio con el fin de
defender un pensamiento político al querer defender y velar por sus
intereses económicos donde apoyaban a políticos del régimen de Fujimori,
provocando así que los lectores de esa prensa tengan poca información sobre
política y un poco interés hacia la los problemas sociales.
En la actualidad, en la
sociedad limeña es común oír a ciudadanos, en especial los de sectores
populares de Lima, hablar sobre temas de entretenimiento, que incluyen chistes,
farándula y deportes, teniendo como fuente principal de información los
llamados “diarios chicha”, entre los cuales están incluidos “El Trome”, “Ajá”,
“El Popular”, “El Chino”, entre otros. Estos diarios surgieron alrededor de los
años 60, y para el 2000 había más de diez diarios chinos.
La prensa chica posee rasgos
que la diferencian de la prensa política, pero tiene una historia común con los
diarios sensacionalistas que aparecieron a mitad del siglo pasado,
al mismo tiempo en el que la población urbana aumentó, es decir, con las
migraciones hacia la capital. Surgieron también como un medio de
comunicación dirigido a los sectores populares de Lima debido a que los diarios
que circulaban en esa época eran dirigidos a los sectores altos de la capital y
eran pocas las personas de sectores populares que podían tener acceso a estos
diarios, uno de los primeros diarios chicas en publicar un lenguaje coloquial y
portadas que llamasen la atención, fue el diario “Última Hora”, publicado en
1959 y editado por Pedro Beltrán.
Existen tres niveles en el
habla: la lengua culta, la lengua culta espontánea o familiar y la
lengua popular. Esta lengua popular se nutre de muchas otras fuentes como las
jergas basadas en la libertad lingüística que ha ido evolución comúnmente empleada
por los “tituleros” de la prensa chicha, estos son evaluados para lanzar la
nota informativa y deciden un título con doble sentido, humorístico, llamativo
y corto para enfatizar la información, es por ello que el principal objetivo de
estos diarios chicha es entretener a la gente pues hay quienes prefieren leer
la información de una manera distinta y divertida.
Sin embargo carecen de
veracidad, sino por su baja credibilidad y contenido mediocre como lo es la
“farándula”, las “primicias” son principalmente los elementos que la mantienen,
los espectáculos son el “plato de fondo” que impulsa a un “sensacionalismo farandulero”,
distorsiona el significado de un acontecimiento noticioso y lo muestra en una
dimensión muchísimo mayor de lo que realmente tiene.
La prensa amarilla también
tiene mucha influencia económica y política sobre todo por parte del gobierno,
por lo que provoca desinformación en política y hacia los problemas sociales,
implementando valores negativos, pensamientos mediocres y el conformismo.
Si bien es cierto que estos
diarios también son empresas y como tales tienen el derecho de velar por sus
intereses económicos, esto no es excusa para haber “vendido” de tal manera e ir
en contra de sus propios lectores, los peruanos, pues al degradar a tal punto
la información mezclándola con contenido “basura”, también se desgravan los
pensamientos y formas de actuar de la sociedad.
El rol de los medios de
información en general debe ser de educar, sin embargo no se cumple y a través
del tiempo se ve que cada vez menos cumplen con este fin, incluso en la
actualidad si bien es cierto ya no existe un gran interés político pero el
contenido de la prensa “chicha” sigue siendo el mismo que en los 90’s, cada vez
la sociedad limeña y el Perú, pues son estos último los más propensos a las
portadas de fácil acceso y con gran contenido de morbo.
Olguita López
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